El valor de la evidencia generada sobre el desempeño de los servicios sanitarios, es decir, la confianza en los hallazgos y la relevancia de las conclusiones o recomendaciones que se deriven de los mismos, depende, en gran medida, de la capacidad de asegurar que los datos de los que partimos ofrecen una visión fidedigna de lo que en realidad sucede en el Sistema Sanitario. Este riesgo se ve aumentado cuando, como es el caso, se precisa integrar distintas fuentes de información, no específicamente sanitaria, cuyos datos son recogidos para otros propósitos, con fuentes de datos contextuales (con información geográfica, demográfica, socioeconómica, etc.), y utilizando orígenes de los datos que pueden diferir entre las 17 Comunidades Autónomas incluidas en el proyecto.
El grupo de investigación incorpora, como primer paso de nuestro flujo de trabajo, el análisis sistemático de la calidad de los datos tanto en origen, como tras su consolidación en las bases de datos utilizadas en los análisis. El análisis de calidad consiste en valorar posible problemas relacionados con la cobertura de las fuentes, la profundidad de la información disponible, y la consistencia de las variables de interés a lo largo del tiempo.